En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, y la llegada de la IA generativa multimodal promete revolucionar numerosos campos, incluida la psicología. Esta tecnología, que combina texto, imagen, video y audio, está abriendo nuevas puertas para la evaluación, tratamiento e investigación psicológica. Pero, ¿cómo funciona realmente y qué impacto puede tener en nuestras vidas?
Más aún, la IA generativa multimodal es una realidad y quien probablemente no está lista para ser transformada es la psicología. Mejor dicho, los profesionales de la Psicología. Muchas de las maneras que va a cambiar este tipo de IA en nuestro campo apenas hemos comenzado a comprenderlo los que andamos en este área, así que menos aún para el público general.
Lo fácil es decir que tendremos desde evaluaciones más precisas hasta tratamientos personalizados, así como nuevas oportunidades de investigación. En cualquier caso, el potencial es enorme. Pero como siempre, los riesgos éticos están ahí.
La pregunta es: ¿estamos preparados para abrazar este futuro?
Analicemos un poco la situación.
Evaluación y diagnóstico: más allá de las palabras
Imagina una sesión terapéutica donde no solo se analizan las palabras del paciente, sino también sus expresiones faciales, tono de voz y lenguaje corporal. La IA generativa multimodal puede hacer exactamente eso. Al integrar señales verbales y no verbales, esta tecnología proporciona una evaluación más completa y precisa del estado emocional y mental del paciente. De hecho es parte de lo que en nuestro grupo de investigación hacemos.
Pero, ¿cómo cambia esto el diagnóstico de trastornos mentales? La respuesta corta es que en unos años su implantación hará que sea más rápido y preciso, identificando problemas que podrían pasarse por alto en una evaluación tradicional.
Intervenciones y terapias: un nuevo mundo de posibilidades
Los chatbots avanzados que comprenden y responden no solo a texto sino también a audio y video comienzan a ser una realidad. Sin embargo, la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) no terminan de generalizar su uso más allá de la investigación. En este caso concreto veo muy claro que los costes superan los beneficios.
Si quieres soñar con el futuro, imagina a tu paciente enfrentando sus fobias en un entorno controlado pero realista. Pero más allá de eso no va a suceder en la clínica de tu barrio hasta dentro bastantes años.
Investigación psicológica: big data en acción
La investigación psicológica se va a beneficiar enormemente de la IA generativa multimodal. De hecho, yo lo hago en mis investigaciones. La IA puede analizar grandes volúmenes de datos multimodales para identificar patrones y correlaciones. No solo lo hago yo. Hay muchos profesores e investigadores que se han incorporado a esta realidad para mejorar los análisis y obtener conclusiones y hallazgos que antes eran impensables.
Educación y formación: simulaciones realistas
Para terminar, y por deformación profesional, quiero hablar del ámbito educativo. En 10 años es posible que la IA generativa multimodal, junto a nuevos desarrollos tecnológicos, permitan a los estudiantes de Psicología aprender con simulaciones realistas.
Los estudiantes de Grado y Posgrado podrán interactuar con pacientes virtuales que presentan una variedad de trastornos psicológicos. Recibirán, además, retroalimentación en tiempo real. Yo, que soy exalumno de la UNED y, por lo tanto, hijo del estudio autodidacta, creo que la IA generativa ayudará enormemente en este campo a mejorará las habilidades prácticas de los alumnos del futuro.
